Resumen de situación
La Argentina atraviesa una etapa de transición profunda, marcada por una crisis persistente de representación, un gobierno nacional que a pesar de la recuperación electoral de octubre pasado vuelve a perder respaldo social y un campo popular que aún no ha logrado sintetizar una alternativa clara, mayoritaria y con horizonte de futuro. El experimento libertario mostró límites evidentes: pérdida de apoyo electoral en términos reales, retraimiento de sectores juveniles y populares, y una dependencia cada vez más explícita de factores externos que condicionan la soberanía política y económica del país.
La tarea de la etapa
El objetivo central del momento histórico es modificar la correlación de fuerzas en un sentido progresivo, abrir un camino de reconstrucción y transformación nacional y recuperar representación social efectiva del campo popular. Para ello es indispensable una estrategia de amplitud y flexibilidad, capaz de organizar a todos los sectores que puedan ser aliados de un proyecto soberano, justo y democrático, sin perder una política propia clara. Amplitud no es pragmatismo vacío ni corrimiento ideológico: es claridad política con vocación de mayorías, diferenciada tanto del sectarismo como del oportunismo.
En este contexto creemos que la figura de Axel Kicillof se vuelve la trinchera más amplia que tiene actualmente el campo nacional para enfrentar la avanzada reacciones y volver a parar un proyecto nacional. La construcción transformadora implica también el cuidado y la proyección política a nivel nacional de su figura. Axel no solo muestra un perfil nacionalista y popular que reivindicamos, también tiene características que lo hacen un actor con capacidad para generar una política amplia, con diversos actores e intereses, que construya alianzas reales.
Ninguna organización, tradición o identidad política está hoy en condiciones de encarar por sí sola una transformación de fondo. El desafío histórico es convocar a las grandes masas, lo que exige políticas atractivas, método, formación y una comunicación que vuelva a interpelar a la sociedad real, no solo a los sectores ya convencidos.
Principios para una política de masas
La unidad que necesitamos no puede ser instrumental ni táctica de corto plazo. La relación entre aliados debe basarse en la lealtad y la honestidad política. Utilizar sectores sociales o fuerzas políticas como simples herramientas coyunturales para luego descartarlas constituye un crimen político y moral que destruye la confianza necesaria para cualquier proceso popular duradero. La confianza política es un activo estratégico, para recomponer hegemonía, representación y ética militante.
Del mismo modo, una política transformadora no puede quedar atrapada en la lógica del cargo ni en la estatalización de la militancia. La reconstrucción del poder popular exige protagonismo social, organización desde abajo y una relación viva con el entramado real de la sociedad: sindicatos, cooperativas, organizaciones comunitarias, culturales, deportivas, territoriales y productivas.
Frente de Unidad Nacional
La primera línea de construcción estratégica es la propuesta de conformación de un Frente de Unidad Nacional capaz de enfrentar el proyecto de entrega nacional y degradación democrática en curso. No se trata de una alianza electoral coyuntural, sino de una herramienta política amplia, con vocación de poder, que permita reconstruir un proyecto nacional desde bases sociales, productivas y culturales sólidas.
Este Frente debe ser el espacio donde confluyan, con mecanismos democráticos y representativos, todas las fuerzas del campo nacional dispuestas a una salida soberana: el peronismo en todas sus variantes, el radicalismo popular, el conservadurismo nacional, la izquierda democrática, fuerzas locales, sindicatos, organizaciones sociales, actores culturales, cámaras empresarias y sectores productivos comprometidos con el desarrollo nacional.
Ubicar a estos sectores a priori como nuestros opositores es una acción antipopular: empuja a franjas enteras del pueblo hacia el campo de la contra y debilita cualquier estrategia de reconstrucción nacional.
Movimiento Derecho al Futuro
La segunda línea de construcción es fortalecer la recomposición de una forma movimientista, capaz de organizar al campo nacional y popular más allá de los tiempos electorales y las estructuras partidarias tradicionales. En ese marco se inscribe el Movimiento Derecho al Futuro, como espacio de articulación social, territorial y temática, con referencia política clara y vocación de mayorías. Hasta ahora tenemos un espacio con referencia en Axel, con una composición social potente (organizaciones, sindicatos, intendentes, etc), que tenemos que dar estructura para ser convocantes y abrir espacios de participación real de nuestra sociedad.
El mayor desafío es integrar las antiguas ramas del movimiento nacional —política, sindical, femenina— con nuevos frentes que expresen las transformaciones del presente: trabajadores informales y de plataformas, derechos humanos, ecología, ciencia y tecnología, cultura y comunicación.
El Movimiento a su vez debe reconstruir un esqueleto territorial sólido, con presencia nacional, provincial, regional y distrital.
Organización de cuadros
La tercera línea de construcción es la organización de cuadros, condición indispensable para sostener cualquier política de masas en el tiempo. Sin formación, planificación y conducción colectiva toda estrategia se vuelve inestable, tendiendo a la improvisación, el tacticismo permanente y la aparición de caciquismos, dependencia de liderazgos individuales en cada ámbito.
Es clave pensar una organización de cuadros que pueda pensar, organizar, comunicar, transmitir la línea política y operativa, la estrategia de poder. Una organización que sirva para construir canales sólidos y fluidos que vayan de arriba hacia abajo y de abajo hacia arriba, generando unidad de concepción y unidad de acción en toda la fuerza propia.
La organización de cuadros debe desplegarse de manera federal, con ámbitos sistemáticos de formación integral militante, planificación política y conducción estratégica. No se trata de una formación abstracta, sino orientada a la intervención concreta en el territorio, en los conflictos sociales, en la disputa cultural y en la construcción del poder popular.
Esta organización debe surgir de una convocatoria abierta a los colectivos populares, de perfil militante, que comparten una estrategia de apoyo a Axel dentro de una política de transformación estructural de la argentina, y por lo tanto se encuentran actualmente dentro del MDF. En la historia de nuestro país, los procesos de unidad de las organizaciones militantes significaron saltos cualitativos en la capacidad política de nuestro pueblo.
Horizonte de transformación
Una política amplia no implica bajar banderas ni renunciar a los debates de fondo. Implica dar esas discusiones en el marco de un proceso de masas, cuidando las alianzas sin dejar de proponer políticas de avanzada. Hoy existe un vacío en el escenario político argentino: el espacio históricamente ocupado por un peronismo de la resistencia, el de Evita, el revolucionario, popular, orientado a la liberación nacional. Creemos necesario volver a ocuparlo.
Entendemos una política nacionalista, popular, revolucionaria, en el marco de un proceso democrático y de masas, como aquella que:
- Articula inseparablemente la lucha nacional y la lucha social.
- Apunta a transformar las estructuras nacionales, para garantizar justicia social, desarrollo endógeno y ampliación democrática. Desde Viento Sur, como parte de nuestro Manifiesto fundante, planteamos la necesidad de proponer una convención constituyente como forma de cristalizar estos cambios, a través de un proceso de abierto y democrático.
- Comprende que, cuando se recupere el Estado con respaldo popular, la profundidad y la velocidad de las transformaciones serán decisivas.
Desde Viento Sur asumimos el compromiso de aportar a esta construcción colectiva con identidad propia, autonomía política y lealtad al conjunto del campo nacional y popular. La Argentina necesita reconstruir horizonte y esperanza.
Síntesis de las líneas de acción
| Línea de acción | Objetivo central | Clave política | Base social y política |
| Frente de Unidad Nacional | Reconstrucción nacional y disputa del poder | Amplitud estratégica con reglas democráticas | Fuerzas políticas, sociales, sindicales, productivas y culturales del campo nacional |
| Movimiento Derecho al Futuro | Organización movimientista del campo popular | Protagonismo social y territorial | Organizaciones políticas, sociales, sindicales y ciudadanía no organizada |
| Organización de cuadros | Elevar el nivel estratégico y la conducción | Formación, planificación y método | Militancia popular y organizaciones comprometidas |




